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La decisión de irse a vivir juntos....


Algunas de las parejas que están planteándose la idea de irse a vivir juntos suelen tener dudas acerca de ello e incluso cierto temor a que no funcione o no sea lo que esperaban, lo cual es de lo más normal ya que es una decisión muy importante para ambos.

He aquí algunos aspectos que debemos de tomar en cuenta:

  • Es fundamental que ambos estén seguros de dar ese paso, así mismo que muestren el suficiente interés y compromiso para ello. Si alguno de los dos no lo tiene claro, de ninguna manera debemos de presionarlo para convencerlo, por eso es importante ser sinceros y darse uno mismo y al otro el tiempo que necesiten para estar seguros de tomar la decisión.
  • Antes deben establecer cuales serán las reglas y los roles que ambos van a tener en su nuevo hogar. Así como las obligaciones de cada uno, los horarios, la economía, el mantenimiento del lugar, las decisiones en cuanto a este, entre otras cosas.
  • Es imprescindible tener una buena comunicación con tu pareja y saber expresarle lo que piensas y sientes con respecto a las decisiones que se vayan a ir tomando, así como también como se van sintiendo con el cambio.
  • Hay que recordar que muchas veces, como todo proceso de adaptación puede resultar algo difícil y abrumador. En este caso, no sólo es el hecho de adaptarse a un nuevo hogar sino también a una persona con la que nunca habían compartido un área en común todo el tiempo y la que seguramente tendrá otras costumbres, hábitos, diferentes horarios para realizar las actividades cotidianas, entre otras cosas, así que es normal que al principio lleguen a surgir muchos desacuerdos. Si mantienen la calma y saben pactar y negociar con la otra persona facilitarán este proceso.
  • También deben de tomar en cuenta que probablemente llegarán momentos difíciles o crisis en las que se podrá ver afectada la relación. Lo importante es tratar de ser tolerante con su pareja y siempre llegar a acuerdos en los que los dos se vean beneficiados. No consideren los momentos de crisis como algo negativo sino todo lo contrario, como oportunidades para ir fortaleciendo la relación.
  • Deben de ponerse de acuerdo en cuanto a los horarios y el establecimiento de las tareas en el hogar, no olvidar que el darse un espacio para compartir y convivir en pareja también es sumamente importante así como darse un espacio para ustedes mismos.

Espero que te hayan servido estos consejos y tomes la mejor decisión. Gracias por visitar nuestro blog “Psicólogos Teruel”. Cualquier pregunta o comentario, no dudes en hacérmelo saber. ¡Hasta la próxima!

Si lo deseas me puedes contactar en: E-mail: marissa.g.a@hotmail.com

Twitter: @m_glover21 Skype: marissagloveraguilar


Agorafobia, la reemergencia del pánico

     ``Algunos meses después de experimentar mi primer ataque de pánico, no podía llevar una vida normal. El simple hecho de ir al supermecado, conducir, ir al trabajo o quedar con los amigos me provocaban muchísima ansiedad. Las bruscas palpitaciones y la sensación de ahogo hacían que terminara marchándome a casa. No podía estar sola. La crisis podía aparecer sin previo aviso. Temía estar volviéndome loca y no entendía qué me estaba pasando´´. 

     El término agorafobia proviene del griego ``ágora´´ (plaza pública) y ``phobos´´ (deidad del miedo). La definición del término se ha generalizado incluyendo miedo a lugares públicos de diversa índole como: estar fuera de casa, mezclarse con gente, hacer cola, viajar, etc. El DSM-IV-TR define la agorafobia como:

     A. Miedo a estar en lugares o situaciones de los cuales pueda ser difícil o embarazoso escapar o en los cuales pueda no disponerse de ayuda en el caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares a los del pánico (mareo, caída, despersonalización, desrealización, etc.). Considerar el diagnóstico de fobia específica si la situación se limita a una/algunas situaciones específicas, o fobia social si lo que se evita son las situaciones sociales. 

     B. Ante las dificultades esperadas para escapar de la situación, tal situación se evita o si no queda otro remedio se soporta pero a costa de un gran malestar o ansiedad o la persona necesita estar acompañada.

     La agorafobia normalmente se inicia con miedo/pánico en algún sitio público, y se reduce cuando el paciente escapa de la supuesta situación aversiva. A diferencia del resto de fobias, la agorafobia es el temor a la pérdida de seguridad, a no perder la protección del hogar. Incluso pensar en esos lugares o situaciones suscita una importante ansiedad anticipatoria. La evitación es lo más incapacitante para el paciente, es lo que hace que en los casos más graves el paciente quede recluido en casa. Más abajo podemos ver un listado de situaciones agorafóbicas típicas (Barlow y Craske, 1994) : 
  

  • Conducir                                                                    
  • Transportes públicos
  • Hacer colas
  • Multitudes
  • Grandes almacenes
  • Restaurantes, teatros
  • Irse lejos de casa, estar solo en casa
  • Ascensores, escaleras mecánicas


     Dentro de la agorafobia, cuando surge una crisis de angustia, distinguimos distintos tipos de afrontamiento que suelen utilizar las personas afectadas:
  1. Evitación. Contempla el evitar situaciones agorafóbicas específicas, o evitar las situaciones que pueden producir las famosas sensaciones de miedo (realizar ejercicio físico, tomar café, tomar alcohol, etc.)
  2. Estrategias de distracción. Podríamos definirlas como acciones encaminadas a distraer al paciente para que no piense en la situación o los síntomas aversivos de la ansiedad. Por ejemplo, poner música, echarse una siesta, etc.
  3. Métodos de afrontamiento supersticiosos. La persona se siente mejor y más segura con algún objeto contrafóbico (no salir sin las pastillas, salir con el perro, un teléfono móvil, etc.).
    
     ¿Cómo se mantiene el trastorno? ¿Por qué es tan dificil salir del círculo?.  Es precisamente esto, la evitación, lo que hace que se mantenga la agorafobia. El escapar del estímulo o la situación aversiva, utilizar supersticiones o señales de seguridad hacen de la agorafobia y en general de la ansiedad un círculo vicioso. Según Clark y Salkowskis, cuando el paciente ha desarrollado una tendencia a interpretar catastróficamente las sensaciones, dos procesos alimentan el mantenimiento:

     -Hipervigilancia. Las sensaciones externas e  internas hacen que el sujeto se haga hipervigilante. Las sensaciones internas son las que hacen creer equivocadamente al paciente que las crisis son espontáneas o ``caídas del cielo´´.
    
    -Conductas de evitación. Reducen y eliminan el malestar a corto plazo, pero constituyen el problema más importante al perpetuar y reafirmar que la situación es realmente peligrosa, manteniendo el estilo interpretativo negativo del paciente.

     Además el DSM-IV-TR permite establecer los siguientes diagnósticos: trastorno de angustia sin agorafobia, trastorno de angustia con agorafobia y agorafobia sin trastorno de angustia. El trastorno de angustia sin agorafobia consiste en crisis de angustia recidivantes causando un estado constante de preocupación ante la posibilidad de padecer nuevas crisis, que se prolonga al menos 1 mes pero sin evitación agorafóbica, debiendo ser estas crisis inesperadas para su diagnóstico. El trastorno de angustia con agorafobia consiste en crisis de angustia y agorafobia de carácter recidivante e inesperado. Por último la agorafobia sin crisis de angustia  exige presencia de agorafobia en relación a padecer algún síntoma común a una crisis de angustia en situaciones en las que el escape es difícil, es decir, no son crisis completas ( es la variante menos común de las tres mencionadas).

Sin más, muchísimas gracias por leerme. 
Nos vemos en mi próxima publicación, y recuerda, NO TE CREAS TODO LO QUE PIENSAS.

Pueden seguirme en twitter @CristobalHurtS.



¿Cómo se origina una crisis de angustia?

Hablemos sobre pánico.

``Yo estaba tranquila, preparándome para salir de compras, y sin esperarlo me vino otro de mis ataques de pánico. El corazón me latía muy deprisa y notaba los latidos de forma muy brusca y violenta. Empecé a marearme y a temblar, veía un poco borroso y sudaba muchísimo. Estaba muy nerviosa porque en ese momento no había nadie en casa y me daba miedo estar volviéndome loca y cometer alguna locura´´.

Los arriba descritos son por lo general los síntomas de un ataque de pánico. Actualmente denominada ``crisis de angustia´´, se trata de ataques de aparición súbita y repentina, aprensión, miedo y sensaciones de muerte inminente que causa gran sufrimiento a quien la experimenta, alcanzando su máximo nivel en 10 minutos o menos.
     
A continuación, y como reza el DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales) veremos 13 síntomas, de los cuales deben estar presentes 4 para poder hablar de una crisis de angustia:

     -Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
     -Sudoración.
     -Temblores o sacudidas.
     -Sensación de ahogo o falta de aliento.
     -Sensación de atragantarse.
     -Opresión o malestar torácico.
     -Náuseas o molestias abdominales.
     -Inestabilidad, mareo, desmayo.
     -Desrealización o despersonalización.
     -Miedo a perder el control o volverse loco.
     -Miedo a morir.
     -Parestesias (entumecimiento u hormigueo).
     -Escalofríos o sofocaciones.



Una vez identificados los síntomas, podemos hablar de 3 tipos de crisis de angustia (Klein y Klein, 1989):
1.   En primer lugar tenemos las ``inesperadas´´ o no relacionadas con estímulos situacionales. Quién las experimenta habla de ellas como ``caídas del cielo´´. Aparentemente aparecen sin motivo alguno, pero normalmente el desencadenante es la percepción de sensaciones internas negativas.
2. Seguidamente nos encontramos con las crisis de angustia ``situacionales´´ desencadenadas por estímulos ambientales. La crisis da comienzo como consecuencia de la exposición o anticipación de un estímulo desencadenante, ya conocido o experimentado por la persona que la sufre.
3.  Por último la crisis de angustia ``situacionalmente predispuesta´´ más o menos relacionadas con una situación específica. Decimos más o menos porque como característica este tipo de crisis no suceden siempre ante dicho estímulo o situación.

Queridos lectores, es importante hacer una puntualización, el pánico y la agorafobia son comunes en cualquier trastorno de ansiedad, por lo que para poder hablar de trastorno de angustia las crisis deben ser inesperadas. Eso sí, no debemos confundir el trastorno con el concepto de ``ataque´´ o ``crisis´´.

En mi siguiente texto nos acercaremos a la agorafobia, otro síndrome muy unido a la crisis de angustia, a veces de la mano, pero otras por separado.

Sin más, un afectuoso saludo. Nos vemos en mi próxima publicación.

Muchísimas gracias por leerme.

Pueden encontrarme en twitter @CristobalHurtS.

Ansiedad, ¿cómo la identificamos?

Los trastornos de ansiedad constituyen hoy en día uno de los problemas clínicos que afectan a mayor número de personas. Pero, ¿sabemos realmente qué es la ansiedad?, ¿cómo se manifiesta?, ¿es siempre negativa?

Para empezar es necesario diferenciar entre algunos términos que generalmente usamos equivocadamente como sinónimos de ansiedad, aunque estén fuertemente relacionados: 

  • Ansiedad VS estrés: Estrés se refiere a un estado motivacional, por el contrario hablamos de ansiedad como reacción emocional ante episodios que puedan suponer un peligro para el organismo. Es decir, la ansiedad es un mecanismo de defensa y  adaptativo de nuestro organismo.
  • Ansiedad VS miedo: Miedo consiste en una elevada activación y afecto negativo en respuesta a un peligro presente y con un componente más biológico y primitivo. La diferencia con la ansiedad radica precisamente en que ésta es más difusa, se orienta hacia un peligro futuro y es predominantemente cognitiva.
 

Hablamos por tanto de ansiedad como una activación fisiológica ante estímulos amenazantes que prepara a nuestro organismo para la acción. Evidentemente, el tipo de amenazas a las que nos enfrentamos hoy día no tienen nada que ver con que un depredador nos persiga por la selva. Nos enfrentamos a dificultades psicológicas como problemas de pareja, laborales, económicos, etc., pero seguimos reaccionando de forma muy parecida a como lo hacían nuestros antepasados hace millones de años. 

Y es por esto que, por raro que pueda sonar, la ansiedad es necesaria. El ser humano necesita dicha activación fisiológica para afrontar diversos retos de nuestro día a día, como por ejemplo una entrevista de trabajo o la realización de un examen. Pero cuando esta activación surge ante situaciones inofensivas y constituye una reacción desproporcionada, cuando es repetitiva en exceso, de alta intensidad y larga duración e interfiere en nuestra vida cotidiana, hablamos de Trastorno de Ansiedad o Ansiedad patológica. Es decir, nuestro sistema de defensa no funciona ante las situaciones para las que está diseñado y se activa ante peligros inexistentes. 

Dentro de los trastornos de ansiedad nos encontramos con crisis de angustia (ataques de pánico), ansiedad generalizada y fobias. 

En mi próximo artículo conoceremos más de cerca la crisis de angustia.
Muchísimas gracias por leerme. 

Pueden encontrarme en twitter @CristobalHurtS o en Skype como crishurt.

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