Hablemos
sobre pánico.
``Yo
estaba tranquila, preparándome para salir de compras, y sin esperarlo me vino
otro de mis ataques de pánico. El corazón me latía muy deprisa y notaba los
latidos de forma muy brusca y violenta. Empecé a marearme y a temblar, veía un
poco borroso y sudaba muchísimo. Estaba muy nerviosa porque en ese momento no
había nadie en casa y me daba miedo estar volviéndome loca y cometer alguna
locura´´.
Los arriba descritos son por lo general
los síntomas de un ataque de pánico. Actualmente denominada ``crisis de
angustia´´, se trata de ataques de aparición súbita y repentina, aprensión,
miedo y sensaciones de muerte inminente que causa gran sufrimiento a quien la
experimenta, alcanzando su máximo nivel en 10 minutos o menos.
A continuación, y como reza el DSM-IV (manual
diagnóstico y estadístico de trastornos mentales) veremos 13 síntomas, de los
cuales deben estar presentes 4 para poder hablar de una crisis de angustia:
-Palpitaciones,
sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
-Sudoración.
-Temblores
o sacudidas.
-Sensación
de ahogo o falta de aliento.
-Sensación
de atragantarse.
-Opresión
o malestar torácico.
-Náuseas
o molestias abdominales.
-Inestabilidad,
mareo, desmayo.
-Desrealización
o despersonalización.
-Miedo
a perder el control o volverse loco.
-Miedo
a morir.
-Parestesias
(entumecimiento u hormigueo).
-Escalofríos
o sofocaciones.
Una
vez identificados los síntomas, podemos hablar de 3 tipos de crisis de angustia
(Klein y Klein, 1989):
1. En
primer lugar tenemos las ``inesperadas´´ o no relacionadas con
estímulos situacionales. Quién las experimenta habla de ellas como ``caídas del
cielo´´. Aparentemente aparecen sin motivo alguno, pero normalmente el
desencadenante es la percepción de sensaciones internas negativas.
2. Seguidamente
nos encontramos con las crisis de angustia ``situacionales´´
desencadenadas por estímulos ambientales. La crisis da comienzo como
consecuencia de la exposición o anticipación de un estímulo desencadenante, ya
conocido o experimentado por la persona que la sufre.
3. Por
último la crisis de angustia ``situacionalmente predispuesta´´ más
o menos relacionadas con una situación específica. Decimos más o menos porque
como característica este tipo de crisis no suceden siempre ante dicho estímulo
o situación.
Queridos
lectores, es importante hacer una puntualización, el pánico y la agorafobia son
comunes en cualquier trastorno de ansiedad, por lo que para poder hablar de
trastorno de angustia las crisis deben ser inesperadas. Eso sí, no debemos
confundir el trastorno con el concepto de ``ataque´´ o ``crisis´´.
En
mi siguiente texto nos acercaremos a la agorafobia, otro síndrome muy unido a
la crisis de angustia, a veces de la mano, pero otras por separado.
Sin
más, un afectuoso saludo. Nos vemos en mi próxima publicación.
Muchísimas
gracias por leerme.
Pueden
encontrarme en twitter @CristobalHurtS.
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