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Delirios en demencia ¿que hacer? Guía Práctica (I)

Cuando una persona empieza a desarrollar una demencia ya sea tipo Alzheimer u otras, uno de los primeros síntomas que más nos desconciertan son los delirios (p.ej.:” me han robado todo el dinero”). ¿Qué es un delirio? El DSM V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales) lo define como: “una falsa creencia basada en una inferencia (deducción) incorrecta relativa a la realidad externa, que es firmemente sostenida, a pesar de que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario”. Los más comunes son los de robo, fuga e infidelidad.
Por tanto debemos tener muy presente que cuando la persona manifiesta este síntoma dos claves. Primero, no lo hace por propia voluntad u ocultar sus errores (p. ej.: no acordarse de dónde dejó el dinero) sino como síntoma de la enfermedad que está desarrollando. Segundo, para la persona esta vivencia es real, es decir, no es una idea discutible sino que la está realmente viviendo (y para la persona es evidente) y siente y cursa las emociones asociadas a su delirio.

Hagamos un pequeño ejercicio, ¿alguna vez se ha levantado un día que no le tocaba trabajar creyendo que era lunes y que llegaba tarde? ¿Cómo se sintió y que comenzó a hacer? Ahora imagine que es realmente lunes y que llega tarde pero que alguien le dice que está equivocado que es sábado aunque usted sabe realmente que es lunes… ¿se sentiría frustrado? Esta pequeña muestra puede ayudarnos a comprender mejor que siente una persona que cursa un delirio. Cabe recordar que en las personas que lo sufren ya comienza a haber un deterioro de la capacidad de razonamiento.

Si no puedo debatir… ¿Qué puedo hacer entonces cuando manifieste un delirio? Les dejo esta pequeña guía

1-      Jamás discuta o le lleve la contraria. Jamás le diga eso no es cierto o la palabra no, ya que la persona sentirá que usted quiere engañarle o no quiere ayudarle en ese mal momento que está pasando, recuerde que lo que está diciendo para él es real.
2-      No lo refuerce. La clave está en el término medio ya que si le damos la razón provocaremos un mecanismo de reforzamiento que hace que incremente el número de delirios y persista el que está cursando.
3-      Dígale que le va a ayudar e intente desviar su atención del tema del delirio. Esta es sin duda la mejor forma para hacer que el delirio desaparezca. Para desviar su atención, lo cual es crucial, lo mejor es conocer a la persona, qué cosas le gustan y ver el tipo de delirio que cusa. Por ejemplo si dice: “mi madre vendrá por a recogerme”. (Y la madre ya falleció hace años), una respuesta puede ser: “Debes de echar mucho de menos a tu madre, cuéntame algo de ella”.
4-      Si puede, sitúelo en un espacio conocido y agradable
5-      Escúchele, tiene que sentir que se siente comprendido

Para finalizar hay que mencionar los factores que pueden aumentar este tipo de trastorno y que en muchos casos son ambientales:


–Medicación y polimedicación
-Enfermedad psiquiátrica.
-Condiciones físicas tales como infecciones, fiebre, dolor, estreñimiento, anemia, enfermedades respiratorias, desnutrición, deshidratación, estado confusional.
-Ambiente no familiar o desconocido
-Cuidadores desconocidos
-Cambio de rutinas familiares.
-Poca luz puede hacer que vea menos.
-Mala interpretación del medio ambiente debido al no uso de gafas y/o aparatos auditivos.
-Un ambiente sobrecargado de estímulos.


Gracias por visitar "Psicólogos Teruel" y por leer mis artículos, espero que éste haya sido de tu interés, cualquier duda o comentario no dude en hacerlo. Me puede encontrar en:
correo: holmedo@cop.es
Skype: hector.olmedo.sanchez

¿CÓMO SABER SI MI FAMILIAR TIENE ALZHEIMER?


Esta es una cuestión que cada día nos preocupa más al ver envejecer a nuestros familiares. Nos damos cuenta que a medida que van pasando los años se encuentran más deteriorados, su vida ya no es la misma, olvidan cosas, están más cansados, hay determinadas cosas que les cuesta hacer….¡No hay que alarmarse tan pronto! Actualmente, hay una tendencia a diagnosticar Enfermedad de Alzheimer (EA) de una forma muy precoz  o a pensar que todos en el futuro lo desarrollaremos.

Alzheimer


Pero… ¿qué es la Enfermedad de Alzheimer? En primer lugar, tenemos que contextualizarla sabiendo que es el tipo más frecuente de demencia (60-70%) pero no es la única.

Entonces.. ¿qué es una demencia? Según la OMS: “ la demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal”. Las casusas pueden ser muy distintas pero en común tiene que lesionan al cerebro de forma más o menos profunda. Hay una gran clasificación de demencias pero hoy nos centraremos en la EA que se caracteriza por una degeneración irreversible y progresiva de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral. Tiene como síntoma inicial y característico la pérdida de memoria para los hechos recientes, preservándose durante más tiempo los recuerdos que forman parte de la memoria más remota, como pueden ser los recuerdos de juventud e infancia. Según avanza la enfermedad, van apareciendo problemas con el lenguaje, la atención, el reconocimiento, la comprensión y la realización de acciones (no sabe cómo comer, cómo vestirse, etc.) . Las alteraciones de conducta son variadas en cuanto a tipo y frecuencia en la evolución y desarrollo de la enfermedad. En fases avanzadas  se manifiesta todo un declive y una incapacidad física que puede dejar al enfermo postrado en cama.

Mi familiar tiene pérdidas de memoria ¿podría estar desarrollando EA?

Lo primero es que es complicado reconocer esta enfermedad en las primeras fases, ya que se desarrolla de forma insidiosa, por lo que siempre se debe acudir al especialista para que mediante técnicas de neuroimagen lo descarte y neuropsicólogos que evalúen su estado cognitivo. Aun así, hay ciertas claves que pueden ayudarnos a detectar ciertos síntomas de la posible enfermedad.
  1. Grandes pérdidas de memoria a corto plazo que afectan a su vida cotidiana. Una gran incapacidad de aprender nada nuevo.
  2. Dificultad para planificar las cosas , resolver problemas o desempeñar tareas habituales. Por ejemplo fallos graves a la hora de hacer la comida como invertir el orden de la acción, dificultad para vestirse o pérdida el sentido de valor del dinero así como una dificultad de concentración para cosas sencillas.
  3. Desorientación temporal y/o espacial.  Suele producirse como un hecho aislado, “no recordaba cómo volver a casa, no reconocía la calle”. Salir con ropa que no corresponde al clima.
  4. Apatía: gran pérdida de interés en sus actividades. Al dejar de comprender muchas cosas comienzan a abandonar sus actividades. Es muy importante que su círculo social más cercano impida que caiga en la no actividad.
  5. Problemas para entablar una conversación o leer un periódico. Comienzan a aislarse e incluso dejan de ver la TV porque les irrita. La verdadera razón es que la parte comunicativa  y comprensora de su cerebro está deteriorándose y ni comprenden lo que pasa a su alrededor. Además suelen presentar muchas anomias ( no le salen las palabras)
  6. Pérdida de objetos. Al tener ese grave déficit de memoria no suelen recordar donde han dejado las cosas y suelen atribuirlo a que ha sucedido un robo o que otra persona lo hizo.
  7. Cambios en el humor o la personalidad y disminución de juicio. Al tener menos recursos para sobrellevar el estrés pueden tener conatos de agresividad y ansiedad. Algunas veces manifiestan delirios (creencias irracionales) y un ambiente lleno de estímulos sobrecarga su capacidad.
Si usted encuentra que su familiar encaja en varios síntomas, tiene pensamientos tales como “últimamente no conozco a mi madre” o “cómo ha cambiado mi padre en los últimos meses”,  empieza a observar conductas extrañas en su familiar y estos cambios no se han producido de manera radical sino gradualmente, estará muy probablemente ante un inicio de demencia tipo Alzheimer.

¿Qué puedo hacer? Como se indicaba anteriormente, acudir a un especialista. Intente hablar con familiares y amigos cercanos comentando si ellos también han notado cambios e intente persuadirlo para que acceda a ir al médico. Comente con su familiar cómo se encuentra y si nota que últimamente tiene algunas dificultades. Nunca use la palabra Alzheimer o problemas graves de memoria en su presencia ya que su familiar reconoce internamente sus problemas y déficits (aunque no lo haga públicamente) y pasa por un estado depresivo por ello. Esto último solo activaría una respuesta defensiva.

La detección precoz de los síntomas puede ayudar a ralentizar el proceso y a que la persona pueda vivir más años con calidad de vida.

“Y de pronto apareciste tú, mal despiadado llamado Alzheimer, para llevarte mi bien más preciado: mi memoria. Lo  que tú no sabías es que el amor de mi cuidador es más fuerte que tus zarpazos letales.”

Anónimo



COMO SOY “VIEJO”, YA NO SIRVO.


¿Cuántas veces hemos oído una frase parecida a la del título de este artículo?. Puede haber sido un amig@, refiriéndose a una persona mayor, podemos haberlo pensado nosotros de un familiar o incluso, la propia persona que ha alcanzado la jubilación, podría sentir que su vida está prácticamente finalizada, que ya no es “útil”, solo le queda esperar y descansar, pero, ¿es esto cierto?, ¿las personas mayores de 65 años no aportan nada a la sociedad hoy en día?.

Vivimos en una sociedad cambiante, donde lo joven, lo nuevo es lo que se valora. Pero, si esto es así, ¿dónde quedan nuestros mayores?. A partir de este punto, lo que queremos señalar, es la importancia de abogar por una vejez “activa”, donde los mayores cuenten. Para ello, el mayor y la propia sociedad tendrían que fomentar:

  •     Comportamientos de salud en la edad avanzada; importancia del ejercicio físico,   alimentación...
  •           Apoyo social (familiares, amigos, sociedad en general) y ocio.
  •          Afrontar los cambios cognitivos que se dan en la edad adulta; memoria y aprendizaje. Con el apoyo de un Psicólogo Gerontólogo, realizando un buen entrenamiento cognitivo (ejercicios de memoria, por ejemplo).
  •     Rehabilitación y tratamiento cognitivo, emocional, conductual y físico en personas mayores que son dependientes. Para que puedan llevar una buena calidad de vida, dentro de las limitaciones provocadas por su enfermedad.



 Los consejos de la vejez iluminan sin calentar, como el sol en el invierno”, Luc de Capliers. En definitiva, no dejemos de escuchar a nuestros mayores, han vivido mucho….cualquier consejo que nos puedan dar, no debería ser desperdiciado.


Los problemas psicológicos de una persona mayor pueden ser los mismos que los de cualquier otra persona en edad adulta, pero, si diferenciamos etapas en la vida de un ser humano; infancia, adolescencia, edad adulta, vejez… y cada una de ellas consta de diferentes abordajes y tratamientos, ¿por qué no hacer un acercamiento más específico a la vejez?. Por ello, en siguientes publicaciones, continuaremos hablando del mayor activo, de los problemas psicológicos en personas mayores (depresión, ansiedad, duelo…), de las demencias (Alzheimer, Parkinson, Cuerpos de Lewy…), de la estimulación/rehabilitación cognitiva del mayor a través de la figura del Psicólogo, del familiar que se encarga del cuidado del mayor con demencia (cuidador principal) y la Sobrecarga que experimenta (ansiedad, estrés, ira, sentimientos de culpa, aislamiento social…). Todo lo anterior y muchos más temas interesantes, desde la perspectiva del Psicólogo experto en la clínica del mayor.

Puedes seguirnos en Facebook, en nuestra página; “Ejercita Tu Cerebro” o si lo prefieres ser nuestro amigo en “Ejercitatucerebro Psicología”.
Por supuesto, puedes hacernos una consulta, pregunta, enviándonos un mail a ejercitatucerebro.psicologia@gmail.com y recuerda, apuesta por un “Envejecimiento Activo”, los mayores cuentan y siguen participando en la sociedad, NO LO OLVIDEMOS.

Espero que haya sido de vuestro interés y que ahora veamos al mayor como una pieza “clave” en nuestra sociedad.


Mónica Vicente- Integrante del Proyecto “Ejercitatucerebro Psicología”.

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