Ni
el hierro que perfora la rocas, ni el fuego que derrite el hierro, ni
el agua que apaga el fuego, ni la nubes que absorben el agua, ni el
viento que juega con la nubes...ninguno de estos maravillosos
elementos de la naturaleza ni el producto final de muchos de sus
inventos, como la bomba atómica o construir un automóvil de mil
caballos, llegarán a mover y manipular enormes cantidades de
partículas vivas o a actuar con tanta potencia como lo hace la mayor
fuerza que existe en el planeta tierra...El Amor.
La
mayor fuerza del planeta esta formada por innumerables compuestos que
incluyen entre otros la ternura, cordialidad, afecto, simpatía,
cariño, cercanía y unión con otras personas, sentimiento de
amistad, sentimiento de devoción por alguien, compasión hacia los
demás y hacia nosotros mismos, relaciones positivas, por mencionar
algunos de los más destacados. Dichos compuestos son capaces de
mover cielo, tierra y hasta las montañas más grandes del mundo si
se engrasan correctamente.
Pero
esta fuerza al tener tanta potencia tiene el lunar negro de abarcar
también sensaciones de amor que no son tan agradables, como crear
una dependencia de amor hacia alguien o algo, crear falsos círculos
de amistad que desembocan en relaciones tóxicas o terminar con un
estado de ánimo depresivo si esta fuerza sobrepasa nuestra capacidad
para saber manejárla.
El
hecho de que sea considerado el fenómeno más poderoso del mundo es
que cumple importantes funciones, como por ejemplo ganarle el reto a
la supervivencia, creando nuestra descendencia y la de los que nos
rodean.
Dada
su importancia en nuestra existencia, si nos realizáramos la pregunta
¿Cuánto lleno de amor estoy en mi vida? o ¿Qué fuerza posee el
amor del que dispongo? La respuesta sería un reflejo del cultivo de
amor que hayamos realizado durante nuestra vida.
Afortunadamente
si al recoger la cosecha vemos que no han crecido frutos no hay
motivos para alarmarse porque ello se consigue tomando “las cinco
pastillas del amor”:
1- El
amor incondicional hacia sí mismo: dedícate tiempo a quererte
primero a ti mismo, si no nunca podrás querer a los demás, quiérete
tal y como eres, con independencia de como seas o dejes de ser, de lo
que hagas o dejes de hacer, de lo que tengas y de lo que piensen los
demás.¿Me quiero a mi mismo de esta manera?
2- El
amor incondicional hacia los demás: Querer a alguien no
significa aprobar todas sus conductas,puedo desaprobar y al mismo
tiempo quererla,es muy difícil digerir esta pastilla pero seremos
más felices si nos entrenamos en el perdón.
3- La
Compasión: Cultivar la sensibilización y empatía hacia los
sufrimientos de los demás.Compartir el malestar de los demás nos
ayuda a sentirnos bien, ya que hace que nos centremos menos en
nosotros mismos y pierdan fuerza nuestras frustraciones.
4- Sentirse
Querido: Tal como dijo Séneca “Amad para sed amados”, cuanto
más afecto demos más recibiremos.Enumera las personas que nos
tienen afecto y atreévete a amar.
5- Relaciones
Satisfactorias: Si nos han sentado bien las primeras cuatro
pastillas, haremos relaciones satisfactorias como coser y cantar,
dedicándole tiempo y convirtiéndolas en lazos positivos y afectivos
imprescindibles en nuestra necesidad de relacionarnos con nosotros
mismos y con los que nos rodean.
Para
un estudio más a fondo del Bienestar Personal podéis consultar el
siguiente libro: La Técnicas del Bienestar Personal. Xavier Payá
Pujadó.
Julián
Gallego Revilla. Psicólogo General Sanitario.
Email:
jgallego.re@gmail.com
BIBLIOGRAFÍA.
- Paya Pujadó, Xavier(2012). Las Técnicas del Bienestar Personal.Barcelona: Instituto del Bienestar.
- Tarpy, Roger M. (1999). Aprendizaje: Teoría e Investigación Contemporáneas.Madrid: Mc Graw-Hill.
- Mason (1995). DSM-IV. Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Edición Electrónica.
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