LOS ENEMIGOS DE LA FELICIDAD

La felicidad como tal es un concepto muy ambiguo, el cual, simplemente con el hecho de escucharlo en noticias, programas, ofertas terapias, etc... hace saltar una alarma de alerta en nuestro cerebro avisándonos de que nos están vendiendo humo o que quizás el producto o servicio que vamos a adquirir tiene algún truco o trampa.

Por ello, a partir de ahora, y siguiendo los criterio del Instituto del Bienestar, vamos a sustituir la palabra felicidad por “Bienestar Personal”. Dicho bienestar personal a su vez se divide en nuestra satisfacción vital y nuestro bienestar emocional.

Para un estudio más a fondo del Bienestar Personal podéis consultar el siguiente libro: La Técnicas del Bienestar Personal. Xavier Payá Pujadó.

 

Si a día de hoy pasáramos una encuesta a gente de la calle haciéndoles las siguientes preguntas tipo, ¿estáis satisfecho con vuestras vidas? (satisfacción vital) o ¿cómo o sentís? (bienestar emocional), probablemente más del 75% contestaría con una respuesta de tono poco satisfactorio, reflejando estar perdidos en un laberinto de emociones negativas.

Estas emociones negativas, tales como tristeza, enfado, frustración, sentimiento de valer poco, desprecio, asco, envidia, odio, vergüenza, culpa y miedo/ansiedad (estas tres últimas consideradas por el psico-dramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino, Jorge Bucay, como las principales enemigas de la felicidad), que trasmiten las personas de la sociedad actual, son un mecanismo de protección muy antiguos, los cuales también compartimos con muchas otras especies. Mecanismos que nos han sido útiles en muchas ocasiones para protegernos y preservar nuestras vidas (según la ley de la selección natural propuesta por Darwin). 

Dadas su relevancia y alta incidencia actual a modo de resumen haremos una breve explicación de la diferencia entre el último enemigo de nuestro bienestar personal citado por Jorge Bucay, “miedo/ansiedad”.

El miedo consiste en una reacción emocional ante una amenaza inminente, que puede ser útil y por lo general suele ser un miedo innato que nos ayuda a la supervivencia. Por otra parte nuestro cerebro desarrolla otros miedos diferente ante nuevas amenazas, dichos miedos aprendidos por condicionamiento (ya sea clásico, según Pavlov, u operante, según Thorndike o Skinner) entre un elemento concreto y la noción de peligro. Si este nuevo miedo es irracional y no se corresponde con una amenaza real, se le llamara fobia.

Por su parte, la ansiedad, difiere del miedo en que es una reacción a amenazas no inminentes sino que simplemente pueden ser posibles en un futuro próximo o lejano. Como el peligro no ha llegado, la activación corporal y mental suele ser menor que en el caso del miedo.

 

Julián Gallego Revilla. Psicólogo General Sanitario.
Email: jgallego.re@gmail.com

BIBLIOGRAFÍA

• Paya Pujadó, Xavier (2012). Las Técnicas del Bienestar Personal. Barcelona: Instituto del Bienestar.
• Tarpy, Roger M. (1999). Aprendizaje: Teoría e Investigación Contemporáneas. Madrid: Mc Graw-Hill.
• Mason (1995). DSM-IV. Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Edición Electrónica.