¿Alguna
vez te has enamorado? Podemos decir que el amor es un instinto profundo y como todo instinto puede
provocarnos conductas impredecibles e impulsivas. Hablar de amor como tal, es
algo muy subjetivo pero está comprobado científicamente que en el enamoramiento nuestra actividad química del cerebro cambia,
de manera que aumentan los niveles de dos estimulantes muy potentes que son
la dopamina y la norepinefrina.
Cuando
estamos enamorados, sucede que no podemos dejar de pensar en el o ella, recordamos
con lujo de detalles los momentos que pasamos juntos, fantaseamos el
reencuentro, nos imaginamos en distintas situaciones con esa persona, esto es
gracias a la dopamina y la norepinefrina que favorecen a que recordemos todos
los estímulos nuevos con detalles minuciosos. También nos es difícil concentrarnos en alguna actividad y permanecemos
más activos durante todo el día, incluso suele quitarnos el sueño y si antes no
tenías problemas para dormir, seguramente ahora los tendrás, solemos estar mucho
tiempo en vigilia gracias a la activación que nos produce el aumento de la
dopamina.
Las
personas enamoradas solemos buscar todo el tiempo la aprobación del otro,
buscamos situaciones en donde podamos estar siempre en contacto con esa
persona, en pocas palabras, nuestra conducta siempre estará encaminada a
conseguir un objetivo gracias a la motivación que surge al aumentar nuestros
niveles de dopamina, en este caso nuestro objetivo siempre será el estar con el
(ella). Somos capaces hasta de cambiar de gustos musicales para lograr obtener
la aprobación de la persona amada. Durante el enamoramiento resaltamos las
virtudes del otro y es casi en lo único en lo que nos centramos.
Un
dato curioso es que cuando suelen existir obstáculos para la relación, los
sentimientos se suelen intensificar, a esto se le conoce como el “Efecto Romeo y Julieta” ya que a mayor oposición, mayor será el apasionamiento, es
decir, solemos aferrarnos más a la relación, ésto sucede porque cuando
percibimos la adversidad la dopamina en el cerebro suele aumentar, lo cual,
como ya lo he explicado antes hace que aumente nuestra motivación para
conseguir nuestro objetivo. Ya que sabemos esto no nos parecería tan raro ver
personas cambiando de trabajo, cruzando continentes para pasar unos días con el
otro, dando todo por una relación, así que hacer locuras por la persona amada
no está de más y cuando digo darlo TODO, lo digo literal.
¿Podemos
comparar al enamoramiento con una adicción? La respuesta es sí ya que es
algo muy difícil de controlar, a medida que la adicción aumenta necesitamos más
dosis, la euforia conduce a la ansiedad lo cual va a producir obsesión,
distorsión de la realidad y cambio de personalidad. Las regiones del cerebro que se activan cuando se consume cocaína
u opiaceos son los mismos que se activan en el cerebro enamorado.
Si
te has enamorado alguna vez en tu vida, entenderás exactamente de lo que estoy
hablando porque seguramente has padecido estos síntomas y si no lo has hecho
seguramente has conocido a alguien que lo ha estado y claro, no podrás
comprenderlo realmente hasta no haberlo experimentado sin embargo, ahora ya
sabes que el amor es química involuntaria e irracional y nos permite ver
nuestra realidad desde otra perspectiva.
El
amor si es bien correspondido puede brindarnos una sensación de plenitud y
bienestar, pero…¿Qué pasa cuando no somos bien correspondidos? Lo sabremos en
el artículo siguiente. ¡Hasta la próxima!
“Que
cuando el amor no es locura, no es amor” – PEDRO CALDERÓN
DE LA BARCA
Psic.
Marissa Glover Aguilar
Twitter: @m_glover21 Skype: marissagloveraguilar e-mail: marissa.g.a@hotmail.com
Este artículo fue escrito por la autora originalmente en: Blog Ayuda Psicólogos! El cerebro enamorado...
Twitter: @m_glover21 Skype: marissagloveraguilar e-mail: marissa.g.a@hotmail.com
Este artículo fue escrito por la autora originalmente en: Blog Ayuda Psicólogos! El cerebro enamorado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTA Y EXPRÉSTAE, TU OPINIÓN ES IMPORTANTE: