La
palabra, hablada o expresada, como fuente de comunicación, es nuestra mayor fuente de poder. A veces capaz de inflingir daño
primero y de remediarlo después,si sabemos usarla.
Pero,¿sabemos
hasta que punto nos desata nudos mentales,disipa suspicacias,nos abre
puertas,soluciona conflictos o engrandece a una persona?
La
clave de muchas frustraciones es que nos enseñan desde pequeño sus
reglas,gramática,sintaxis y empezamos a conversar a nuestro antojo
sin ningún tipo de importancia desde que nuestra biología nos lo
permite...pero no nos entrenamos en la verdadera cura a muchos
problemas,”la importancia del diálogo”,ya
que su ausencia es la causa de nuestras desinteligencias.
Según
Freud, nuestros desequilibrios nacen cuando el pasado sigue anclado
en el presente. La persona sigue proyectando alguna consecuencia
traumática en todos los tiempos de su vida. Esto
desencadena inseguridad e insatisfacción en el momento presente,
creando ansiedad por lo que pase en el futuro e impidieéndonos gozar
de la situación actual.El desequilibrio no logrará ver ni
considerar a los demás como son en realidad, sino deformados por
nuestros esquemas del pasado, la vuelta al equilibrio sólo es
posible por la vía de la comprensión y “la importancia del
diálogo”.
El
diálogo, según V.Jacobson, es “una situación en la que dos
personas se expresan mutuamente lo que desean o necesitan expresar,
en el momento en que lo desean o necesitan y que tanto la una como la
otra, pueden y quieren comprender el mutuo mensaje”. La relación
que se establece será mucho más rica y profunda que la de la simple
conversación. Se establece una proyección en su totalidad, se desea
ser recibido, además de servir de auto-observación y autocontrol
por parte de los interlocutores. No es fácil vivir en soledad, sin
que en alguna medida nos sintamos afectados psíquica,emocional o
afectivamente.
Si
aplicamos siete pautas sencillas de actuación a la hora de dialogar
probablemente comprenderemos que importancia tiene a la hora de
equilibrar nuestra higiene mental:
1.Comprende:
No es una discusión ni un debate de ideas, sino una búsqueda de la
verdad entre dos o más personas.
2-Unifica:
Nos necesitamos mutuamente y nos complementamos porque tenemos para
dar y necesitamos recibir, ya que yo puedo ver lo que los otros no
ven, y ellos pueden ver lo que yo no veo.
3-Relájate:
Cuando aparezca la tensión, date un momento de humildad para no
querer imponer mi argumento atacando al del otro.
4-Escucha:
el “saber callar” en el momento oportuno es muy importante,
espera a que el otro acabe de expresar por completo su argumento.
5-Aprende:
La sabiduría es global, ningún
ser humano es capaz de captar enteramente la verdad toda, y que no
existe error o desatino que no tenga alguna parte de verdad.
6-Perdona
y pide perdón: Reconoce que
también yo puedo estar equivocado en algún aspecto, y enriquécete
con la sabiduría del otro.
7-Empatía:
Piensa que el otro busca honestamente la verdad, y mira sin
prejuicios y benevolencia las opiniones ajenas.
Gracias
por visitar "Psicólogos Teruel" y por leer mis artículos,
espero que éste haya sido de tu interés, cualquier duda o
comentario no dude en hacerlo. Me puede encontrar en:
Julián
Gallego Revilla. Psicólogo General Sanitario.
Email:
jgallego.re@gmail.com
BIBLIOGRAFÍA.
-
Paya Pujadó, Xavier(2012). Las Técnicas del Bienestar Personal.
Barcelona:
Instituto del Bienestar.
-Revista
Mia.Escuela de Padres.Como educar para el futuro.
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