¿Soy obsesivo/a?. Trastorno Obsesivo Compulsivo

¿Alguna vez te han tachado de maniático/a u obsesivo/a?, ¿eres de los que necesitan realizar algún tipo de ritual concreto antes de enfrentarte a una determinada tarea o situación?. Seguramente hayas escuchado hablar del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

Hoy hablaremos del TOC y espero que este artículo te ayude a discernir entre si tus obsesiones o compulsiones son excesivas/irracionales o entran dentro de lo normal.

Según el DSM-IV (Manual Diagnóstico Estadístico) entre los criterios para poder hablar de trastorno obsesivo-compulsivo tenemos:  
          a)    Presencia de obsesiones o compulsiones recurrentes
          b)    Que sean lo bastante graves como para producir pérdida de tiempo, malestar o deterioro significativo en el funcionamiento de la persona.
          c)    Reconocer en algún momento que dichas obsesiones o compulsiones son excesivas o irracionales.

¿Qué son las obsesiones?: Por obsesiones entendemos pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes experimentados por la persona como intrusos e inapropiados (egodistónicos), los cuales producen ansiedad y malestar acusados. La persona que experimenta estas obsesiones es capaz de reconocer que son producto de su mente, que se producen de forma involuntaria y que no vienen impuestas desde fuera (entonces hablaríamos de inserción del pensamiento). La frecuencia de las obsesiones puede ser variable dependiendo del sujeto. Pueden variar desde dos o tres al día siendo de larga duración, o múltiples obsesiones aunque más breves.

El tipo de obsesiones más frecuentes tienen que ver con la contaminación (dar la mano, tocar determinadas sustancias), dudas repetidas o chequeo (¿he cerrado el gas, la puerta? ¿he atropellado a alguien?), impulsos agresivos u horrendos (hacer daño, matar a un hijo, pensar obscenidades en una iglesia), tener las cosas en un orden determinado, contenido religioso (pensamientos blasfemos), imágenes sexuales (escenas pornográficas) y acumulación.

La anticipación de las consecuencias negativas es el aspecto fundamental de la mayoría de las obsesiones. Es decir, la persona cree que si no realiza alguna acción protectora (que sería la compulsión) se desencadenaría la situación negativa.

¿Qué son las compulsiones?: Las compulsiones son conductas (por ejemplo lavarse las manos, ordenar, comprobar) o actos mentales (rezar, contar, repetir palabras) que la persona siente el impulso de realizar de manera repetitiva en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que deben ser autoaplicadas rígidamente. (Badós,2005).
Estas compulsiones son realizadas no para obtener placer, sino para prevenir o reducir el malestar o la ansiedad que provocan las obsesiones. Sin embargo no tienen una conexión realista con lo que se pretende prevenir o son claramente excesivas.
Todo esto implica un deterioro en la vida del paciente, ya que si se tiene miedo a la contaminación, se evitará entrar en aseos públicos o recibir visitas en casa, etc.



Veamos un ejemplo de la obsesión, compulsión y evitación más común, la Contaminación:
     -Obsesiones. Sufrir daño o contagiar a otros por contacto con sustancias que se piensa que son peligrosas (suciedad, gérmenes, orina, heces, animales, radiación, etc).
     -Compulsiones. Lavarse o ducharse a conciencia, desinfectarse, limpiar cosas. Además se intenta evitar el contacto con objetos supuestamente contaminados o se utilizan guantes, se abren puertas con los codos, etc.

Si una persona tiene la obsesión ``el peine del peluquero tiene el virus del SIDA´´, puede llamar al médico, que compruebe si tiene los síntomas de SIDA, lavarse las manos y el pelo y esterilizar todas las cosas que los demás pueden tocar. (Cruzado, 1998).

Pero como decíamos al principio de este texto, debemos diferencias entre lo considerado normal y lo patológico. Muchas actividades como comer, jugar, consumir sustancias o practicar sexo pueden llamarse compulsivas si se realizan en exceso. Pero en realidad no son auténticas compulsiones ya que la persona las realiza por puro placer y puede desear resistirse a ellas sólo a causa de sus consecuencias negativas.

La mayoría de los pacientes con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) presentan más de un tipo de obsesión y compulsión.

Pues bien, para que pueda diagnosticarse el TOC, la persona ha tenido que reconocer en algún momento que sus obsesiones o compulsiones son excesivas o irracionales. Esto no es aplicable a los niños al no poseer la suficiente capacidad cognitiva para reconocerlo. Si un paciente adulto tiene poca conciencia de que sus obsesiones son excesivas o irracionales, podríamos decir que anda en el límite entre obsesiones y delirios.

Queridos lectores, hasta aquí la definición del TOC. En mi próxima publicación ahondaremos en el inicio y mantenimiento del trastorno.

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